Sunday, March 04, 2007

Tras las letras que escapan.


Me pasa últimamente que se escapan de mi alcance, las letras que antes revolotearan en derredor esperando las atrapase y plasmara desde el interior, de algún sentimiento que para salir necesitara palabras. No dejo de pensarlo y me estoy guardando de mucho, a reserva de arrepentirme de lo contrario, supongo es lo que pasa.

Mientras despierto frustrado de haber caído en los fosos que yo mismo construí, me retracto de mil cosas de las que sólo yo sé, hube creado los estigmas, y me entretengo mientras llega el punto de ocuparme de algunas cosas más serias que tienen que ver con el cómo me mantengo a flote lejos de dar con las letras que se me escapan.

Doy pasos por acto reflejo, y es esa imagen que ahora tengo de mí, la que no me permite seguir cual filósofo de antes, divagando entre los aromas de una tela dormida en mis manos, o un espacio invadido por mis ansias de encontrarle el aroma perdido a un pétalo dormido o a un suspiro arrancado de sorpresa, ni modos.

Más allá de la eternidad que no alcanzo a comprender del todo, despierto con un desgano literario falto de iniciativa inspiradora de esa que antes diera luz a las imágenes más difusas, y me reprendo a mí mismo por haber permitido que esto me pasara, no soy el mismo de antes que de cualquier tonada sacara algún poema, y me limito a seguir caminando al mismo ritmo, sin fe irrisoria de que todo de pronto termine.

Sólo espero, solo espero a que mañana todo se haya desvanecido, que se vea como un espejismo distante donde deje de ser solamente el espectador ajeno que nada puede sacar de sus adentros, dándome de nuevo la posibilidad de tejer sueños con una mano, mientras sostengo algo de ilusión desgarrada con la otra; porque a reserva de que pase algo distinto, esperaré mientras tanto perdido en mi propio laberinto.