Estamos experimentando muchos cambios, no sabemos hacia dónde nos llevarán estos caminos intrincados, y sin embargo seguimos avanzando; necios locos queriendo cambiar el sistema educativo (por lo menos desde nuestro espacio -gastronómico-y tiempo), fortaleciendo la formación de nuestros alumnos con cada nuevo emprendimiento, con cada evento, con cada apoyo. Sea esta la forma de lograr lo que buscamos. Mejorar, ayudar, trascender. Un poco de labor interminable en esta campaña eterna de hacer bien las cosas, de seguir un sueño trabajando realidades adversas. Espero que los alumnos entiendan el alcance que tienen estas acciones y que así, dimensionen en su justa medida, lo que este esfuerzo conjunto significa. Se vislumbran nuevos cambios bastante prometedores, ojalá no sea un espejismo optimista, las cosas tienen que cambiar y predicando con el ejemplo, ponemos nuestro granito de arena.
Es una pena ver lo que está ocurriendo en el medio, escuelas de cocina emergentes que pregonan preparar a los chicos como "Cheff" o "Chef ejecutivo" en el mejor de los casos... Verdaderas pifias por llamarles bonito a los eventos que aparte de caros son pésimos, fenómeno mediático que ya sañalaban Edmundo Escamilla y Yuri de Gortari en la entrega de papeles de nuestros primeros egresados, de los cuales fueron padrinos. Chicos sin bases culinarias, sin formación, sin disciplina, sin corazón, sin futuro... promisorio en el medio claro.
"Todos quieren hacer Chilaquiles o dulces besos... De esta manera, este... si, ¿no? Miren nada más" Cualquiera de los lectores que esté involucrado entenderá los mensajes, esquivará las piedras o se sentirá aludido, disculpen al interlocutor, pero de jeans y tennis en foros y reuniones estoy "hasta la toca". Tanto egresado dificilmente encontrará trabajo con tanta sobre oferta de "Chefs", ejército de desempleados emergentes que pagan más de lo que recibirán cuando trabajen, y eso si encuentran una plaza disponible con más de 4000 egresados anuales de las más de 500 escuelas de gastronomía que existen sólo en el país (México ¿viva? septiembre, mes de la patria, del bicentenario, del centenario, de... patrañas, ¿qué tenemos que celebrar con tanto oprobio, ignominia, descaro, secuestro, impunidad, valemadrismo, corrupción y demagogia?) y conste de que noto que me expongo a que me quiten este blog por malhablado, pero los porno ahí siguen... y seguirán.
Es una pena ver a tanto alumno de escuelas hechizas, con recursos financieros muchos, pero humanos profesionales y comprometidos muy pocos, abunda la ignorancia, el desconocimiento, el glamour, el ego, la fama y la televisión, sobran seudo "Cheffss". De lo que falta, la formación, el amor por la cocina, el autodidactismo, la lectura, el saber culinario, la práctica que fatiga pero qué bien sabe cuando se toma a altas horas de la noche, el alumno que cuestiona y hace que el docente se prepare, falta arte, cultura, honor, pulcritud, actitud y liderazgo, faltan huevos en esta canasta, porque si vemos a un italiano asumimos que es muy bueno en cocina italiana (malinchistas derrotados con visión de vencidos), pero cuantos mexicanos no somos los mejores en cocinar unos buenos frijoles... Ojalá esto lo leyeran algunos que se jactan demasiado, pero no es algo que acostumbren en demasía, con la pena los lectores son cada vez menos abundantes. Y de los que se auto denominan: Investigadores gastronómicos, chefs, gastrónomos, gourmands, sabores de México, top chef, Chef VIP y demás pierrots televisivos, hay para aventar a puños de sal. Que aproveche.
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